5 consejos para combatir el calor del verano japonés
- Publicado el : 06/05/2024
- Por : Ph.L
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Cuando la frescura suele estar al alcance de la mano
El verano en Japón puede ser una época difícil, con temperaturas que a veces se acercan a los 40°C bajo el sol y una humedad lo suficientemente alta como para arruinar hasta el maquillaje más resistente. Aunque el verano es una época ideal para viajar por Japón, para quienes experimentan el clima por primera vez puede resultar especialmente duro de soportar.
Para evitar insolaciones y otros inconvenientes, he aquí cinco consejos para disfrutar al máximo de un agradable verano en el archipiélago
¿Cómo aprovechar el verano en Japón cuando hace calor?
1/ Mantenerse hidratado
- Bebidas el agua mineral es tu mejor aliada para el verano, pero las farmacias japonesas también ofrecen bebidas adaptadas al clima caluroso. Entre ellas se encuentran las bebidas con la etiqueta "FOSHU" (Food for Specified Health Uses), que promueven la salud sin estar clasificadas como medicamentos.
Estas bebidas, al igual que las aguas enriquecidas con minerales, son especialmente eficaces para mantenerse hidratado y combatir el calor intenso. Nuestra recomendación: pruebe las bebidas sintoístas Pocari y Karada, ideales para contrarrestar el cansancio estival y la anemia.
- Accesorios : opte por las botellas reutilizables y utilice las fuentes públicas para hidratarse sin generar residuos plásticos. Además, muchas botellas reutilizables están diseñadas para mantener la temperatura del agua y conservar la bebida fresca durante todo el día, una gran ventaja bajo el intenso sol del verano japonés.
2/ Refréscate
Toallitas refrescantes utiliza toallitas(reikan shīto) para refrescarte rápidamente. Perfumadas y fáciles de llevar, las toallitas refrescantes son imprescindibles en verano.
Puedes usarlas en una excursión o en la oficina, y sus propiedades refrescantes son una gran ayuda para regular tu temperatura mientras esperas esa sacrosanta ducha fría al final de la tarde.
Sprays corporales los sprays corporales refrescantes son una opción muy popular en Japón para combatir el calor del verano. Estos sprays, disponibles en la mayoría de farmacias y supermercados, suelen contener ingredientes como menta,eucalipto o agentes refrescantes, que proporcionan una sensación inmediata de frescor en la piel.
Encontrarás sprays específicos para distintas partes del cuerpo, incluidas versiones para la cara y los pies. Algunos sprays también incluyen agentes hidratantes para evitar que la piel se reseque.
- Bolsas de hielo las bolsas de hielo reutilizables son otra forma eficaz de mantenerse fresco en verano. Suelen encontrarse en farmacias y tiendas de deportes, y pueden congelarse antes de usarlas para mantenerlas frescas.
3/ Protegerse del sol
La crema solar es esencial para prevenir las quemaduras solares y los daños causados por los rayos UV. En Japón, existe una amplia gama de productos de alta calidad con diferentes factores de protección solar (FPS) y propiedades.
- FPS recomendado: Utilice una crema solar con un FPS de 30 o superior, y asegúrese de que ofrece protección UVB y UVA de amplio espectro.
- Cómo aplicarlo: Aplique generosamente el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir, y vuelva a aplicarlo cada dos horas, o después de nadar o sudar.
- Productos populares:
- Biore UV Aqua Rich Watery Essence: Ligera y no grasa, es perfecta para el uso diario.
- Anessa Perfect UV Sunscreen: Ofrece una alta protección y es ideal para actividades prolongadas al aire libre.
Las sombrillas también son un accesorio tradicional japonés. Históricamente fabricadas con papel aceitado y conocidas como wagasa, las sombrillas japonesas, actualmente sustituidas en gran medida por los paraguas occidentales, siguen siendo una de las mejores formas de protegerse del sol.
Sin embargo, si este look tan "japonés" no es de tu agrado, recuerda que la crema solar sigue siendo una muy buena opción si quieres evitar ponerte rojo como un cangrejo de río.
Y menos mal, porque en Japón abundan los productos para el cuidado de la piel que incluyen factor de protección solar
4/ Despeja tu cabeza
- ¡Fans del bolsillo! Estos pequeños dispositivos portátiles, popularizados por la ola coreana (dominada por los dramas y el K-pop), han conquistado los corazones de los japoneses tras su éxito inicial en Corea del Sur hace unos años. Los abanicos de bolsillo son ahora compañeros casi indispensables en la lucha contra el calor estival, sobre todo entre los jóvenes, que los ven no sólo como aparatos prácticos, sino también como accesorios de moda.
- Los abanicos tradicionales, o uchiwa, siguen desempeñando un papel importante en la cultura japonesa, a pesar de la creciente popularidad de los abanicos modernos. Ofreciendo una alternativa más ecológica y a menudo más elegante, estos abanicos suelen estar hechos de bambú y papel, y decorados con diseños artísticos. Los sensu, abanicos plegables, también son muy populares por su practicidad y atractivo estético. Se meten fácilmente en un bolso y se sacan cuando se necesitan, combinando utilidad y encanto. En los festivales de verano y otros eventos al aire libre, es habitual ver a los japoneses utilizando estos abanicos para refrescarse, perpetuando una tradición que combina practicidad y refinamiento.
5/ Comer en la zona
Durante esta estación, es fácil encontrar somen, finos fideos de trigo servidos fríos con una salsa a base de soja. Este refrescante plato es imprescindible para combatir el calor veraniego.
También es muy popular el hiyashichuka, un plato chino de fideos fríos servidos con verduras.
Entre los postres, los favoritos del verano son los kakigori. Estos helados tradicionales japoneses, hechos con hielo picado y a menudo cubiertos con siropes afrutados, son el final perfecto para una comida veraniega, ya que añaden un toque de frescor.
Aunque estos consejos le resulten útiles, no olvide tampoco el sentido común.
No olvide llevar sombrero y gafas de sol para protegerse de los rayos solares, y evite tomar el sol entre las 12 y las 15 horas. Y no olvides tu repelente de mosquitos, tanto si estás en el campo como en la ciudad, ¡nunca se sabe!