La piscina Chupea ちゅーピ・プール

Las siete atracciones se encargan de entretener a los visitantes. Un tobogán acuático gigante, piscina de olas, y otros baños de burbujas pueden mantener ocupados a grandes y chicos durante todo el día. 

Cuando el estómago hace su llamado, no hay que preocuparse: el restaurante ofrece especialidades culinarias de la región como el típico okonomiyaki (base de fideos al horno con salsa cocida entre dos tortitas de arroz), takoyaki (pulpo frito) karaage (piezas de pollo frito), udon (sopa de tallarines) y, por supuesto, los helados que se los niños hambrientos se devoran sin piedad.

El personal es extremadamente amable y servicial pero lamentablemente aquí nadie habla inglés. Si olvidaste traer alguno de los productos esenciales, no te preocupes, aquí puedes comprar por unos cuantos yenes protector solar, traje de baño, toallas, boyas y gafas. También es posible alquilar sombrillas por 3.000 yenes para protegerse del fuerte sol de la bahía de Hiroshima.

Hay que tomar en cuenta que a las personas tatuadas no se les permite pasar a este paraíso acuático (ni a la mayoría de los baños públicos del archipiélago). En Japón los tatuajes están asociados con el imaginario de los yakuza (miembros de la mafia) y están estrictamente prohibidos. En este país, los gángsters no pueden darse un chapuzón con el resto de la gente.