El cañon de Sandankyo 三段峡

El cañón de Sandankyo ofrece 13 emocionantes kilómetros de cascadas, arroyos, barrancos, acantilados, puentes colgantes y selva.

Este lugar relativamente poco frecuentado es un paraíso para excursionistas y amantes de la naturaleza. El suave verde de la primavera y fuerte rojo del otoño hacen que el impresionante paisaje sea aún más hermoso durante estas estaciones.

Nombrado lugar excepcional de la nación, el valle de Sandan se extiende desde la entrada de Sandankyo hasta el lago Hijiri.

Volver a las raíces

El área alrededor de la entrada principal inevitablemente está llena de tiendas de souvenirs, pero no muy lejos de ahí, la naturaleza se apodera de todo y el camino se transforma en una sucesión de rápidos y rocas cubiertas de musgo rojos y verdes que bordean el camino.

Hay rutas de excursiones para todos los gustos pues hay paseos que duran desde media hora hasta otros de cuatro horas.

Al hacer el paseo más largo (4 horas ida y vuelta) se ven tres cascadas en el cañón de Sandankyo y se cruza un río con aguas cristalinas y varios puentes. Todo esto teniendo de fondo el musical canto de los pájaros y el susurro del agua.

En la caminata de dos horas (sólo la ida son 2.7 kilómetros) se puede ver la primera cascada que se llama shimai (hermanas) ya que en realidad estas son dos cascadas que fluyen en paralelo.

El sendero después lleva a la Ishidoi, "la garganta de piedra", una corriente límpida, y finalmente a la Kurofuchi, un pozo verde esmeralda. Desde allí se puede ir en barco hasta la otra orilla donde hay un pequeño restaurante local.

Pero en Japón ningún viaje está completo sin una visita a un onsen (aguas termales). El hotel Sandankyo (que está en la misma calle que lleva a este lugar) le permite a los viajeros darse un remojo en las aguas termales por unos 500 yenes. 

Este hotel situado a la orilla del río es el lugar perfecto para aquellos que deseen explorar más en profundidad esta encantadora zona.