Calle de las Telas en Nippori 日暮里繊維街

La megalópolis japonesa es tan vasta que cuenta con multitud de distritos dedicados a una actividad concreta. Aunque la mayoría de los viajeros conocen Akihabara, un paraíso para frikis y jugadores que no necesita presentación, o Kappabashi, donde puedes encontrar una amplia gama de artículos de cocina, hay un pequeño distrito al norte de Tokio que no parece gran cosa, pero que bien merece una visita.

Se llamaNippori. Para mucha gente, este distrito es poco más que una estación de metro por la que pasas de camino al famoso barrio de Ueno. Pero si te gusta la ropa vintage, las telas, los botones y otros accesorios para confeccionar tu propia ropa, Nippori es tu Meca.

Por supuesto, Tokio ya cuenta con una gran cantidad de distritos dedicados a la ropa: lujo en Ginza, moda para jóvenes en Harajuku, vintage en Shimokitazawa, etc. Pero en Nippori y su "Calle de las Telas", o Nippori Senigai en japonés, encontrarás un mundo completamente distinto a los mencionados anteriormente.

El Templo de la Ropa Creativa

Telas multicolores, cuero, botones, blondas, carretes de hilo, cintas... Los manitas encontrarán de todo para satisfacer su deseo de personalizar o confeccionar ropa.

En esta zona, todavía poco frecuentada por los turistas, no es raro encontrarse con ancianos que se aprovisionan de telas, estudiantes de escuelas de diseño e incluso diseñadores de moda. Todas estas personas se reúnen en las boutiques que bordean la calle, de cientos de metros de largo.

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Kimonos vintage

Sin embargo, este barrio no está reservado exclusivamente a los que tienen diez dedos. Entre las diversas tiendas que venden telas por metros y piezas sueltas, hay unas cuantas boutiques de ropa vintage, sobre todo de kimonos. Así que no dudes en empujar sus puertas de cristal y entrar, aunque estén llenas exclusivamente de japoneses. Las dependientas estarán encantadas de ayudarte a elegir tu kimono vintage, que a veces puedes conseguir por menos de 2.000 yenes (15,50 euros).

Merece la pena visitar Nippori. Aunque sólo sea para pasear entre los amantes de las telas, que a menudo salen con los brazos llenos de telas multicolores, lo que confiere al barrio un ambiente muy especial.