Nara 奈良
Nara, la antigua ciudad de los ciervos, una visita imperativa en Japón
Nara, establecida en las tierras de Kansai, fue la primera capital imperial de Japón. Rica histórica y culturalmente, la pequeña Nara, famosa por sus ciervos y el Todai-ji, alberga muchos tesoros que sería una pena perderse durante una estancia en Japón.
Nara es la capital de la prefectura con el mismo nombre, en la región de Kansai. La ciudad se encuentra a solo 40 km de Kioto, su hermana mayor. Nara es una ciudad pequeña para los estándares japoneses, con una población de poco más de 350.000 habitantes. Es un popular destino turístico tanto para extranjeros como para japoneses.
La historia de Nara, la primera capital de Japón
En la ladera de un valle de suave pendiente, en la llanura de Yamato, ha florecido la cuna de las artes y las letras. Nara tiene el encanto de una despreocupada ciudad de provincias. Hogar del budismo, convertido a mediados del siglo VI en la religión estatal del archipiélago, la capital de tiempos pasados, a pesar de los incendios y los azares de la historia, aún conserva sus tesoros. La antigua sede imperial sigue fascinando.
En el año 710, la emperatriz Gemmei (661-721) estableció la primera capital permanente del Imperio japonés en Heijō-kyō, hoy conocida como Nara. La ciudad se trazó en un plano de tablero de ajedrez, según los principios de la geomancia china. Hasta el año 784, la ciudad imperial brilló como centro cultural, político, espiritual y económico. Las seis escuelas budistas conocidas como escuelas de Nara nacieron aquí y tuvieron una fuerte influencia en las decisiones políticas de los emperadores.
La importancia de las figuras religiosas llegó a tal punto que a finales del siglo VIII se decidió trasladar la capital a Heian-kyō, actual Kioto.
Nara, una gran riqueza histórica
Aquí, la fuerza expresionista de las formas modeladas por los maestros pintores influyó en el imperio insular y sigue exaltando la enseñanza de Buda. En aquella época, los artistas japoneses se emanciparon de los estilos chino y coreano creando una nueva y poderosa expresión plástica.
Nara merece algo más que una visita rápida: nada menos que ocho lugares están catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Entre ellos, el templo Tōdai-ji, construido para la paz del país y la prosperidad del pueblo en el siglo VIII. Es la mayor construcción de madera del mundo. El Buda sentado de bronce, el Daibutsu, causa sensación con sus 18 metros de altura. Es sin duda el monumento más famoso de Nara.
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Los viajeros también pueden visitar el edificante complejo Kōfuku-ji (y su espléndida pagoda) o el gran santuario sintoísta Kasuga Taisha, enroscado en el sureste del Parque de Nara. Este inmenso parque (Nara Kōen) concentra pagodas, templos y santuarios que actúan como guardianes de una memoria espiritual. El poder de evocación del arte irrumpe con una contención resplandeciente.
Este gran parque es el hogar de los ciervos shika que vigilan la ciudad. Nara es conocida en todo el mundo sobre todo por los ciervos que vagan libremente por esta parte de la ciudad. Según la leyenda, el kami Takemikazuchi, dios del trueno, llegó a la ciudad para protegerla montado un ciervo blanco alado. Por ello, los ciervos se consideran divinos y protectores de la ciudad. Hoy en día, hay más de mil de ellos viviendo en la ciudad y tienen el estatus de "Tesoro Natural".
Es posible acariciarlos y alimentarlos, comprando galletas especiales (150 yenes) ofrecidas en muchos puestos. Ten cuidado, no olvides que los ciervos siguen siendo animales salvajes. Te aconsejamos que no tengas las galletas a la vista, o que no le quites una galleta de la boca de un ciervo una vez que haya empezado a comerla. No dejes a los niños sin vigilancia.
Los barrios populares de Nara
Si quieres apreciar aún más Nara, puedes pasear por sus barrios populares, como el de Naramachi, con sus antiguas casas conservadas que se han convertido en tiendas y restaurantes, pasear por un laberinto de callejuelas, descubrir un santuario casi por casualidad... y disfrutar del momento.
En Nara hay dos grandes calles comerciales, Higashimuki shōtengai y la avenida Sanjō dōri, en las que se codean tiendas de souvenirs, de ropa, pastelerías, centros de juego, restaurantes y cafés...
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¿Qué hacer en Nara?
Estos son los puntos de interés imperdibles para visitar durante una visita a Nara:
- El templo Kōfuku-ji. Dirección: 48 Noboriojicho, Nara, 630-8213
- El Parque Nara y sus ciervos
- El templo Tōdai-ji y su Gran Buda Daibutsu. Dirección: 406-1 Zoshicho, Nara, 630-8211
- El Gran Santuario Kasuga Taisha. Dirección: 160 Kasuganocho, Nara, 630-8212
- El Museo Nacional de Nara. Dirección: 50 Noborioji-cho, Nara, 630-8213
- El bosque y el monte Wakakusa, la vista de la ciudad
- El jardín de Isui-en. Dirección: 74, Suimoncho, Nara, 630-8208
¿Cómo llegar a Nara?
Nara se puede visitar muy bien en un día y se puede llegar muy fácilmente en tren desde Kioto u Osaka.
Desde la estación de Kioto, toma la línea JR Nara hasta la estación de Nara. Viaje de 45 minutos (incluido en el JR Pass, precio por billete 720 yenes).
Desde Osaka, sal de la estación JR Namba usando la línea JR Yamatoji. Viaje 48 minutos hasta la estación JR Nara (incluido en los pases JR; de lo contrario, 570 yenes).
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