Todos los agostos (el 26 este 2017) una explosión de formas y colores se apodera del cielo de Miyajima. Con el Santuario de Itsukushima de fondo, este es un espectáculo inolvidable.
El Monte Mise, con quinientos treinta cinco metros sobre el nivel del mar, es el lugar perfecto para contemplar la bahía de Miyajima. No te lo puedes perder.
Barcos medievales que se deslizan sobre el agua acompañados por el sonido embriagador de los tambores, flautas, otros instrumentos de cuerda y el ruido de una multitud alborotada.
El olor a leña y hierbas les muestran el camino a los amantes de las ostras. La isla de Miyajima tiene su perla culinaria que no debes perderte por nada del mundo.